Autor: Soila Castro Profesor: Geovanny Vicente Romero
Empiezo mi análisis hablando
sobre la experiencia vivida en el centro penitenciario de san pedro de Macorís,
en el cual tuve la oportunidad de conversar con un grupos de internos, en
edades comprendidas entre 22 a 47 años sobre su situación actual en el centro
penitenciario y sobre su situación antes de ingresar al centro.
Por medio a esas conversaciones
pude enterarme o más bien confirmarlo porque sé que muchos sabemos lo que no le
damos la importancia que merece, sobre el trato que reciben estos internos que
es desagradable y cuando dije violencia e incumplimiento de la ley de parte de
los encargados del centro es porque nuestra constitución establece en su
artículo 42.- Derecho a la integridad personal. “Toda persona tiene derecho a
que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia.
Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o violación de las
mismas”.
Creo que este artículo es
aplicable para todo ciudadano sin importar en la situación que se encuentren,
estos internos sufren maltratos físico y psicológicos, en vez de que los empleados del
centro los ayuden a restaurar sus vidas, lo que provocan con sus acciones es
llevarlo a la reincidencia, por tanto no se está cumpliendo con lo establecido
en la ley, y peor aún el centro
penitenciario no desempeña la función que
le corresponde y más en el carácter progresivo como establece la ley 284 del
régimen penitenciario en su: CAPITULO IV: PERIODOS PROGRESIVOS DEL REGIMEN
PENITENCIARIO Artículo 13.- El régimen penitenciario aplicable a los condenados
por sentencias definitivas, en aquellas penas que por su duración lo permitan,
tendrá carácter progresivo y contará de tres períodos fundamentales:
1) De observación; 2) de
tratamiento; 3) de prueba.
Por lo que en este centro se pudo
apreciar que los internos consumían, sustancias ilícitas y dañina para su salud
tanto física como mental, me pregunto qué están haciendo las autoridades de ese
lugar, que en sus narices sucede eso? ¿Será que son cómplice de esto¨?
centralizándome sobre sus vidas
pasadas, pude notar Que muchos de esos internos tuvieron la educación
apropiada, algunos nunca fueron a la escuelas y que el más alto nivel de
educación fue de un segundo de bachiller, muchos estaban privado de su libertad
por cometer homicidio, por atracos violación y drogas. Siento mucho pesar por
lo que voy a expresar, es que esa frase popular de que “un monstruo no nace, se
crea” es cierto y que nuestra sociedad
no brinda lo mecanismo para combatir esto como es combatir la pobreza,
encargarse de que los ciudadanos reciban una educación.
Puesto que mucho de los internos
vienen con traumas, por ejemplo: los que
violaron sexualmente sufrieron violación anteriormente en su vida, los de
drogas vieron a sus amigos morir o hacerse rico por medio de esta causa
ilícita, los de homicidios no tuvieron educación y son personas traumadas por
sus infancia y por el mal trato que recibieron y muchos han intentado quitarse
la vida.
Creo que ya es tiempo de que se cumpla
lo establecido en la ley, porque hoy día la ley viene hacer un papel con un texto muy
lindo pero no es aplicada correctamente, que hay que educar desde lo más niños
hasta los más grande que esos interno son parte de nuestra sociedad que
necesitan de nuestra ayuda para un cambio.
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