Autor:
Migelvy P. Peña Profesor: Geovanny Vicente Romero
Cuando llegamos
al centro penitenciario de San Pedro de Macorís (CCR-11) nos pidieron las cédulas
y luego no revisaron, después pasamos al comedor donde tenían dos filas de
mesas preparadas para hacer las entrevistas a los internos. No puedo negar que
estar en ese lugar donde estaban personas de toda índole, que habían cometido hechos inhumanos y sin ningún
tipo de educación era incomodo; sabiendo que tenía que hacerles preguntas muy
personales a hombres y mi mayor temor era que me faltaran al respeto.
Observando a los
internos que me tocó entrevistar, un
alto porcentaje eran jóvenes, es decir, que no llegaban a los 40 años de edad y
solo dos personas pasaban de los 50 años. La mayoría no tenían estudios
terminados ya sea porque lo dejaban o porque sus padres no los pusieron en un
centro educativo, como el 95% dejaban los estudios menores de 15 años; esto
demuestra porque tantos actos ilícitos son cometidos y en su mayoría son por
problemas de educación, me voy más lejos y señalo que son conflictos
familiares.
La falta de
estudios lleva a la ignorancia y a la poca oportunidad de desarrollo, creando personas
vagas capaces de buscar los medios más fáciles o realizar crímenes por no tener
un medio que brinde facilidades y no solo facilidades sino que su formación se
realiza en lugares donde la escasez de conocimiento es amplia.
Según lo que me
contaban los internos la vigilancia para que no se hagan cosas indebidas son
buenas aunque eso no lo comparto, solo una persona me confesó que tomaba
alcohol todos los días. Sabiendo que muchas veces pagan para que les permitan
entrar armas, drogas o alcohol y todos
negaron que consumían drogas que en el recinto nadie hacia eso pero algunos me
comentaban que las autoridades del lugar son los primeros corruptos y que
muchas veces abusan hasta sexualmente de algunos internos.
No sé si por
hombría o porque para ellos era difícil hablar de la sexualidad con una mujer
pero nadie admitió ser abusado, lo que se contradice con lo que me decían
algunos de que si se maltratan, entonces, A quien se le cree? . No es
ignorancia que si se cometen injusticias y maltratos solo que muchas veces se
quedan en el olvido.
Es que la
depresión es algo inevitable, ya sea por lo cometido o por el encierro. Para
ser un lugar donde van ciertos tipos de personas no sufrían de enfermedades ni
habían pasado por un hecho que provocara sus comportamientos, el 99 % dijo que
se consideraba inocente de lo cometido aun sabiendo que eran actos que atentaban
contra la vida humana y violaban las leyes. Solo uno afirmó que era culpable ya
que sabía que no era legal lo que hacía y por lo tanto tenía que pasar por eso.
Es posible que
hayan mentido ante las preguntas realizadas, ya sus gestos así lo expresaban, tal
vez por miedo de que la información se difundiera o por aparentar o
justificarse. Muchos se quejan de que la alimentación no es la mejor, que los
tratos son injustos, que las autoridades quieren aparentar que se está cumpliendo
con los deberes pero los internos no reciben sus derechos, es algo que debe de
preocupar y más al Estado que es quien debe velar por ellos.
No es fácil ver
tan cerca esos tipos de personas con cicatrices, con aspectos desfavorables,
que no se arrepienten a lo que hicieron. Que me garantiza que no reincidan sino
reconocen que lo hicieron mal?, es que todo va en concientizar pero no se está
realizando de la manera correcta ni tampoco se hará porque en lo que pude
observar las autoridades de estos centros no están capacitados, no tienen la
educación o formación necesaria, no se les da un promedio ni se exige cierto
prototipo tampoco exámenes psicológicos. Si se tomaran en cuenta muchas de
estas cosas todo funcionara mejor, no podemos exigir que los internos den el
100% sino ilustramos a los que supuestamente deben dirigirlos en su paso por el
establecimiento.
No puedo quejarme
de que se propasaron, al contrario fueron respetuosos y me facilitaron el
desarrollo de la entrevista, muchos contaban sus experiencias y eso porque
tenían el deseo de ser escuchados para ver si se cometía justicia o con la
esperanza que se les tomara en cuenta . El temor, la falta de dormir e intranquilidad
son verdades que se viven en estos
lugares llenos de falta de conciencia.
Viendo que este
CCR-11 entra en el nuevo modelo penitenciario debería ser mejor pero comparando
con los anteriores es un gran cambio, pero no será lo que se espera hasta que
no se reformen a las autoridades y se les den las preparaciones necesarias.
Muchos realizan negocios con los internos porque no reciben el pago debió o
simplemente le gusta lo mal hecho y los jefes de estos no son ignorante a la
situación pero se lo permiten por beneficios adquiridos.
Concluyo de la
siguiente manera:
·
Educar a las
autoridades, dándoles el entrenamiento debido.
·
Mejorar el trato del
superior al interno.
·
Orientar y enseñar de
una forma más efectiva a los internos.
·
Que la seguridad de los
internos, sea mejor para que haya tranquilidad.
·
Una intensiva
vigilancia para que los internos no sean abusados entre ellos mismos, ni por
los que lo dirigen.
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