Autor: Juan Manuel De La Cruz Profesor: Geovanny Vicente Romero
“Solo le
muestran la rosa, y su belleza, pero no les muestran las espinas que no se ven
aquí delante.” Son las palabras expresadas por uno de los internos, en el
viaje académico realizado al Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR-11) a
propósito de una investigación del Centro de Políticas Públicas, Desarrollo y
Liderazgo (CPDL-RD) conjuntamente con la universidad de Murcia, en un estudio
sobre “Victimización en los Centros Penitenciarios”;
Este es uno de
los centros del nuevo modelo, que trae a consecuencia las aspiraciones de
reformas a las demás cárceles del país a los fines de llegar a una mejor
condición de vida de los internos, de admiración de los centros carcelarios, y
transparencia en su funcionamiento, aparentemente pertenecer al nuevo modelo
debería suponer una “dicha” de estar viviendo en condiciones más humanizadas y
con mayores niveles de seguridad y responsabilidad, de la cual no es realmente
mucha la diferencia como afirman ellos.
Expresiones como
“por más lindo que lo pinten… imagínate
esto es una cárcel” en el entendido que por más acondicionamiento que se les
dé a los centros, todavía en la memoria de la sociedad, y en las de los empleados
del centro entienden que no son dignos de un buen trato o que no pueden confiar
plenamente en ellos.
De manera
general en el aspecto físico se veían limpios y no se notaban descuidados o
desarreglados, pero otros si aturdían con un olor fuerte que a mi entender se
asimilaba con el de líquidos de zapatos o algo parecido, al extremo de provocar
tos, y como expresaban que a pesar de las buenas intenciones de muchos no se
podían confiar del todo en nadie.
sumiéndome más
en el dialogo con los internos me doy cuenta que muchas de las irregularidades
del viejo modelo poco a poco ya se incorporan en éste, es decir un interno me
dijo que tiene su negocio dentro del recinto aunque se negó a especificar qué
tipo de negocio era, y casi un sesenta por ciento (60%) de alrededor de unas 22
personas entrevistadas me dijo que consumía marihuana, dentro del consumo de
estupefacientes la marihuana se llevó la mayor, de hecho creo que solo 1
consumía crack, y alrededor de 5 consumían cocaína, y casi todos estos habían
visto o sabían de casos de personas que han muerto sujeto de estos vicios, a lo
cual solo decían que las drogas los ayudan a dormir, a no estar tan ansiosos, a
no estar deprimidos, inclusive me relatan historia de un doctor que murió de la
pena, y la depresión que lo arropó.
También se
referían a los funcionarios como “los azulitos” los cuales le propinan golpizas
y les maltratan, esta fue una de las quejas generales que más
abundaron, esa y los que se enferman, de la poca diligencia para conseguir los
medicamentos o chequearlos, irónicamente la cárcel queda justo detrás del
Hospital Regional Publico.
Todos fueron muy
cooperativos y diligentes a ser encuestado, de hecho ninguno lo rechazó, y uno
inclusive fue que me pidió que anote su nombre a pesar de no ser necesario,
porque de todos modos ya no le puede pasar nada decía él, de todas las edades, y
la gran mayoría han avanzado sus estudios básicos y de secundaria luego de su
estadía en el centro.
Muchos fueron honestos
respecto a su responsabilidad, se consideraban culpable de sus hechos, otros no
habían cambiado su percepción al menos de lo que se le imputa está mal, de
hecho sorprendía ver con la naturalidad que hablaban de matar, de drogarse,
robar, sin ningún tipo de pena, pero otros se sienten grandemente
incomprendidos, en el sentido de que aseguran rotundamente su inocencia, influencia
de dinero, o simplemente mala suerte respecto a un caso que lo condujo a ese
lugar.
La mayoría
piensa que los primeros meses son los más duros y que causan más depresión,
porque están alejados de su familia, la que consideran en muchos casos la única
fuente de ingreso, o cuando vienen trasladados de otros sitios donde no tienen
a nadie que los ayude o los visite, algunos dicen que sus cosas personales las
tienen que comprar ellos con su propio dinero, como los carnet, pasta dental,
jabón, entre otras.
Solo uno (1) admitió
haber intentado suicidarse y ninguno dijo haber sido tocado sexualmente dentro
ni fuera del recinto, casi todos han tenido un familiar que se ha enfermado
gravemente, y han presenciado muertes por drogas, alcohol y accidentes de tráfico.
En conclusión, es
irónico ver que a la larga le trae poca sino ninguna rehabilitación a estos
internos y como son constantemente maltratados y menospreciado, lo que hace que
en ellos muchas veces crezca el resentimiento contra la sociedad, además de
todos los problemas que dejaron en la calle y la gente que espera que salga, lo
amenaza desde adentro, y todo esto lo que lleva es la propensión a reincidir.
No es cuestión
solo de políticas penitenciaria sino reeducación, hasta que la rehabilitación
deje de ser una ficción para justificar aislamiento y se proponga a reivindicar
al sujeto, hasta que se respete la dignidad humana y los derechos de los
internos, los barrotes siempre serán de goma para escapar de la realidad, no de
los internos, sino de la sociedad que es la que queda encerada.
EL CENTRO DE CRIMINOLOGIA PENITENCIARIA Y CIENCIAS POLITICAS EN RD NO SE HACE RESPONSABLE DEL CONTENIDO DE LOS ARTICULOS REALIZADOS POR SUS COLABORADORES.
Centro de Políticas Publicas, Desarrollo y Liderazgo RD (CPDL-RD) @cpdlrd #PNJ2015 #CPDLRD #CPDLRDLIDERAZGO
#GobiernoAbierto #ParticipacionCiudadana #LibreAccesoAlaInformacion #Premios20Blogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario