El mejor ejemplo de la exclusión extrema de una cárcel que se me ocurre citar, tanto territorial como en términos de la exclusión social frente los demás reclusos dentro de EE.UU., es la Cárcel de Alcatraz, en medio de la nada, de allí era prácticamente imposible escapar por la distancia existente entre la isla en que se encuentra y la Bahía de San Francisco, y por las bajas temperaturas de sus aguas, además estaban infectadas de tiburones. Esta exclusión territorial de la sociedad y de la comunidad hacia imposible que se lograra el principio de la reinserción social.
Sumario
1. Introducción.
2. Concepto de la Figura de la Exclusión.
3. Origen de la Exclusión.
4. Factores que inciden en la Exclusión.
5. La Cárcel como reproducción de la Exclusión, justificada en la sanción.
6. Las prisiones europeas, en especial las de España.
7. Las personas que están presas.
8. La Exclusión en el ámbito educativo.
9. La Salud.
10. La salida de la Cárcel. Donde la Exclusión adquiere su mayor expresión.
11. Propuesta como voluntario de las Naciones Unidas en República Dominicana sobre La Educación en igualdad vs Las oportunidades Laborales.
12. Conclusiones y Reflexiones.
13. Fuentes.
1. INTRODUCCIÓN
En un mundo donde el factor competitividad es un valor fundamental de desarrollo, los instrumentos de exclusión son unas reglas de vital importancia y cada vez más aplicados para lograr ese fin perseguido. La competitividad desde sus orígenes y naturaleza es excluyente, por eso, ancianos, niños, mujeres, inmigrantes, indígenas, negros, asiáticos, minusválidos, etc. fácilmente se convierten en marginados (excluidos) de un momento a otro.
La marginación social o exclusión social, ha sido un mal que en los diferentes ámbitos de la vida y la sociedad ha marcado diferencia entre unos y otros desde tiempos remotos. Ya sea debido a diversos factores que inciden en la profundización de la exclusión tales como uno de ellos muy bien marcado como lo es la pobreza.
La exclusión es un fenómeno que está vinculado con la estructura social, y está asociado con rezagos que se originan en patrones históricos y el desarrollo de un territorio determinado. Sus impactos implican unas consecuencias de tipo cultural, social, educacional, laboral, políticas, de vivienda, económicas y de empleo entre otras. La pobreza puede ser un estado de la exclusión y viceversa, aunque el hecho de que exista una, no necesariamente implica que exista la otra. Sin embargo es muy conocido el poder que tiene la exclusión de afectar considerablemente el alcance de numerosas personas a ciertos bienes, considerados fundamentales para lograr un íntegro y óptimo desarrollo humano, así como para elevar la calidad de vida de las personas en condiciones de iguales.
La Unión Europea es una de las regiones más ricas del mundo, y sin embargo, el 17% de los europeos carecen de los recursos necesarios para cubrir sus necesidades básicas. Es debido a esto que la Unión Europea ha designado el pasado año 2010 como el “Año Europeo de lucha contra la pobreza y exclusión social”.
Según la fuente anteriormente citada, casi 84 millones de europeos corren el riesgo de caer en la pobreza, es decir, viven en la inseguridad y se ven privados de lo que la mayoría de las personas dan por sentado. Vivir en la pobreza puede generar un sin número de problemas, desde no tener dinero suficiente para comprar alimentos y ropa hasta vivir en una vivienda precaria o incluso carecer de hogar. La pobreza significa también tener un estilo de vida con menos opciones, que puede llevar a la exclusión social.
Galeano definió la figura de la exclusión cuando dijo que “"Nunca el mundo ha sido tan desigual en las oportunidades que brinda, pero tampoco ha sido nunca tan igualador en las ideas y las costumbres que impone. En el mundo sin alma que se nos obliga aceptar como único mundo posible, no hay pueblos sino mercados".
Esta exclusión de la que estamos hablando en este trabajo practico, podemos verla como una desigualdad social que en el aspecto económico vemos una especie de inequidad a la hora de repartir las riquezas generadas por una economía a sus ciudadanos, es decir la distribución de la renta de un país, muchas veces dicha distribución no tiene coherencia con el producto interno bruto generado, yendo las riquezas nacionales a un pequeño grupo de personas en detrimento de la gran mayoría que es la sociedad.
Este grupo reducido ya lo había tratado Nicolás Maquiavelo cuando divide la sociedad en “gobernados y gobernantes”. Me he tomado esta licencia de desarrollar estos aspectos de la sociología y la política más bien, porque la exclusión está presente en todos los ámbitos. La filósofa y analista política Susan George, dice que “"Nunca antes ha habido un número tan reducido de personas equivocadas que hayan ejercido un efecto tan devastador sobre tantas personas a la vez”.
Con la realización de este trabajo práctico a modo de informe de lectura se pretende analizar la panorámica, realidad e impacto que puede generar la exclusión social como un gravamen más a la ya excluyente situación en que se encuentran los internos e internas que están en los centros penitenciarios. Viendo como esta situación puede convertirse en una desventaja frente a los ciudadanos en libertad que de por si tienen sus privilegios limitados también. Es por todo lo antes dicho que pretendemos darle un enfoque al tema partiendo de la ligazón que hace Pedro José Cabrera Cabrera en su trabajo cuando lo titula “Cárcel y Exclusión”. Sin embargo haremos mayor énfasis en la figura de la exclusión debido a que la cárcel como figura ya ha sido abundantemente tratada en todo el desarrollo del presente Master, por lo que trataremos la cárcel como el escenario donde la exclusión tiene su mayor expresión y crudeza, al margen de los demás ámbitos antes mencionados (laboral, económico, etc.). Es ahí, en la cárcel, donde la exclusión adquiere su punto máximo y provoca limitaciones al acceso de condiciones mínimas para vivir.
Finalmente, algo importante que debemos aclarar, es que todo el contenido estudiado en este trabajo de Pedro José Cabrera Cabrea, ha sido analizado confirmándolo con otros autores y haciendo las debidas citas y notas al pie de rigor. Además, aportaremos una conclusión de toda la investigación realizada referente al asunto en cuestión, donde el lector podrá percibir los aspectos más importantes, así como el impacto que tiene la figura de la exclusión dentro de las cárceles.
2. CONCEPTO DE LA EXCLUSION
Antes de entrar en materia sobre la cuestión que nos ocupa, es necesario tener una noción clara de tipo conceptual de la figura social de la exclusión, destacando que “Por exclusión social se entiende la falta de participación de segmentos de la población en la vida social, económica, política y cultural de sus respectivas sociedades debido a la carencia de derechos, recursos y capacidades básicas (acceso a la legalidad, al mercado laboral, a la educación, a las tecnologías de la información, a los sistemas de salud y protección social, a la seguridad ciudadana) que hacen posible una participación social plena”.
El sociólogo Ambra la define como “como el proceso multi-dimensional que lleva a un estado individual de exclusión respecto al resto de la sociedad donde el individuo vive. La exclusión social en un instante del tiempo se define como la imposibilidad de conseguir algunos importantes “functionings”. La elección de una medida adecuada de exclusión social no es nada fácil”.
Es importante tener claro que “La idea de exclusión se aplica al ámbito social cuando se hace referencia a la acción de marginar voluntaria o involuntariamente a una porción de la población. Aunque normalmente se relaciona el término de exclusión social con aspectos socioeconómicos, esta marginación también puede estar vinculada con otras razones, como por ejemplo ideológicas, culturales, étnicas, políticas y religiosas”.
La marginación de cualquier tipo siempre implica cierto nivel de desconocimiento hacia el sector excluido como la formación de prejuicios respecto a aquellos individuos que son dejados por fuera del conjunto mayoritario de la población. Estos prejuicios son los que permiten que esa situación de marginación se mantenga y que los grupos excluidos no puedan cambiar las condiciones indignas de vida.
3. ORIGEN DE LA EXCLUSION
Los orígenes del concepto exclusión social se ubican en Francia, donde su uso explícito comienza ya a mediados de los años 60 del siglo recién pasado en un informe escrito por el Comisario General del Plan Pierre Massé, para consagrarse a partir del libro publicado en 1974 por René Lenoir, Secretario de Estado para la Acción Social del gobierno gaullista francés, bajo el título de Les exclus: Un Français sur dix. En su libro, Lenoir presenta una larga lista de sectores vulnerables y elementos “socialmente desadaptados” que formarían la categoría de los excluidos: delincuentes, drogadictos, alcohólicos, asociales, inválidos, discapacitados mentales, familias monoparentales o con múltiples problemas, minorías étnicas mal integradas como los franceses musulmanes, etc. Tanto para Massé como para Lenoir y otros influyentes escritores del período (entre ellos Raymond Arond con Les désillusions du progrès de 1969) se trataba de los olvidados del progreso, aquellos que habían quedado marginados en una sociedad cada vez más exitosa y con los que ya era hora de compartir los frutos del crecimiento económico.
El surgimiento en Francia de expresiones como “exclusión social” o “los excluidos” no es casual sino que apunta a un ideal republicano que gira en torno a la idea de cohesión social y a los problemas de la urbanización y la modernización como fuente de un eventual debilitamiento de los lazos que mantienen funcionando el tejido social. El exponente clásico de esta reflexión es Émile Durkheim. Es importante, eso sí, indicar que lo que aquí está en cuestión no es el tema de la pobreza, que de por sí no impide una fuerte cohesión e inclusión social, sino los factores que llevan a una ruptura del sentido de pertenencia a una determinada sociedad. No se trata de una perspectiva vertical o “clasista” –pobres-ricos, dominantes-dominados, burgueses-proletarios, señores-siervos, etc. – sino horizontal; no de un estar arriba o abajo en la estructura social sino adentro o afuera, incluido o excluido.
En este mismo sentido, el autor Pedro José Cabrera Cabrera, en el trabajo que nos encontramos analizando sobre “Cárcel y Exclusión”, corrobora o confirma estos datos sobre la el origen y evolución de la exclusión, cuando dice que “ De hecho cuando se empieza a hablar de la exclusión social, en Francia allá por los años 70 (Lenoir, 1974), está en sus comienzos la llamada crisis del petróleo, cuyos efectos sobre el mercado de trabajo, acabaran arrojando un saldo millonario de personas que, desde un punto de vista económico, social y político, resultan perfectamente prescindibles. Los excluidos pasan a ser no sólo los que están “debajo” en la escala económica, sino sobre todo, cuantos se quedan “fuera” del bienestar general”.
4. FACTORES QUE INCIDEN EN LA EXCLUSION.
Son muy diversos y complejos los fenómenos o factores que inciden en el surgimiento de la exclusión que van desde el marco de la exclusión producida en el empleo, dándose una marginación de tipo laboral, en lo que se puede denominar la “crisis del empleo”, generándose el paro (un ejemplo de crisis de empleo es España)en muchas personas por tiempo prolongado, reduciendo así de manera considerable los niveles de calidad de vida de los ciudadanos, y todo esto producido por la recesión o crisis económica.
La reducción de ingresos, constituye un factor fundamental generador de exclusión social, debido a la inseguridad, inestabilidad, temporalidad, etc. con que los ciudadanos se sienten, y más aún, el miedo de perder su empleo debido a dicha inestabilidad. Todo esto no viene más que, a reducir las posibilidades adquisitivas de muchas personas que de por sí desde sus comienzos por la vida vienen arrastrando exclusión social y se ven entre en la espada y la pared al sufrir una reducción de sus ingresos, debido a que estamos viviendo en una sociedad de consumo. Otros factores de exclusión lo constituyen las minorías étnicas, los jóvenes, las mujeres, los extranjeros, y como si fuera poco, la condición de minusvalía es una de los factores excluyentes en el aspecto de la discriminación.
5. LA CARCEL COMO REPRODUCION DE LA EXCLUSION, JUSTIFICADA EN LA SANCION.
Sin lugar a dudas, la máxima expresión de la marginación social se verá representada en la en las prisiones, como un dispositivo sancionador a las acciones e ilícitos cometidos. Es aquí donde Smith y Stewart (1996:106) define la prisión como “la forma más categórica de exclusión que permite la ley”. Es decir, esta frase citada lo que destaca es que la cárcel constituye la exclusión más extrema que permite la ley en el aspecto físico o corporal. A la luz de lo que establece el artículo 25.2 de la Constitución, “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas, hacia la reeducación y reinserción social”. Nos hacemos unas preguntas, que tanto se cumplen esos preceptos del articulo?, se garantizara la implementación de programas de formación a los fines de lograr el precepto de la reeducación, o por el contrario el interno penitenciario tendrá también una exclusión educativa?, en lo que se refiere a la reinserción social podrá el interno tener un contacto o acercamiento con la comunidad, o será en cambio, una autentica exclusión del mundo exterior?.
Al interno ingresar en prisión entra a lo que se conoce como una subcultura carcelaria, donde se encuentra alejado del mundo exterior, y pasa a ocupar un pequeño mundo que de ese momento en adelante constituirá su todo y dejara de tener acceso a cierto privilegios o beneficios de la sociedad. En esta clase de exclusión se dan varios fenómenos como la ruptura con el mundo exterior, la desadaptación social y desidentificación personal, la adaptación al medio carcelario, la desvinculación familiar, y un desarraigo social en términos genéricos.
Durante todo ese proceso la persona experimenta la desidentificación personal donde la persona sufre una mutilación del yo, de su propia autoestima, provocando que pierda su identidad de partida y produciendo a la vez una desvinculación del mundo exterior para formar parte de un colectivo más reducido que es la prisión. En este caso existe lo que Mccorkle y Korn (1954), denominaron como “ausencia de vías de salida de sí mismo”, cuando dicen que “El recluso está encerrado en la prisión pero también se ve obligado a vivir en un mundo humano muy normativizado, la única salida de éste es el escape o retirada psicológica”. Si aplicamos este planteamiento de estos autores a la exclusión producida por la cárcel (encierro) vemos que esta segregación muchas veces termina en problemas psicológicos en la persona que la sufre.
En lo relacionado a la adaptación al medio carcelario, lo vemos como un mecanismo de defensa cuando ya es inminente que nuestra estadía en la cárcel es una realidad, cuando ya hemos aceptado y asimilado nuestra realidad, pues solo nos queda a nuestro alcance el recurso de la adaptación a nuestra nueva vida para así, hacerla un poco más llevadera por el tiempo que nos resta purgar.
Entiendo y relaciono este proceso de adaptación con la producción del fenómeno denominado “Prisionización”, desarrollado por Clemmer en 1958, al estudiar la repercusión de la subcultura carcelaria y de la vida institucional sobre los internos, termino definiéndola como “la adopción, en mayor o menor medida, de los usos y costumbres, y en general, de la cultura de la prisión. Es un proceso de asimilación, lento, gradual y más o menos inconsciente”. Es decir, a nuestra humilde interpretación, aquí se da una verdadera adaptación a la nueva vida que ha de llevar. Goffmann por su parte, lo denomina “enculturación”. Básicamente una progresiva adaptación de la subcultura carcelaria. El preso se convierte en una figura anónima, subordinado. Aprende como debe portarse en prisión, aprende el argot carcelario, y comienza a utilizarlo.
Respecto al fenómeno de la desvinculación familiar podríamos decir, que es uno de los mayores traumas derivados de esa exclusión de la sociedad, ya sea por distancia geográfica entre la persona y su familia, traslados de prisión, el aspecto económico en lo que se refiere a gastos de visitas, y lo peor, que se desintegre el núcleo de la familia, que destruya el hogar desencadenando en un divorcio o la perdida de los hijos.
El grado de exclusión social, económica y familiar lo podemos ver en lo que dice el destacado penalista Roxin, cuando manifiesta que “Desde ese momento aparecen ante la opinión pública como “delincuentes”; quedan separados de su familia, de su mujer, de sus hijos, de sus amigos; pierden el empleo y el sueldo; quedan inhabilitados para el ejercicio de determinadas profesiones o actividades; se tienen que someter una disciplina férrea, en la que todo está reglamentado; su vida estrechamente vigilada día y noche; se les priva de esparcimientos habituales (asistir a un partido de fútbol, incluso de contactos familiares o amistosos íntimos)”.
Es necesario destacar que muy poco se hace por modificar las condiciones de subsistencia de las de los internos, en especial a lo referente a sus formas de ocupación y sociabilidad, a las relaciones internas que configuran a la cárcel como un micro mundo en permanente tensión. La reproducción de estructuras de violencia y dominación al interior de los presidios no ha hecho sino avalar, el centro de la cultura carcelaria, la ley del más fuerte, en donde el historial delictivo es un honor contemplado en el “código del recluso”, la subordinación de los más débiles, la violencia se ratifica como modo de relación privilegiado, tanto entre funcionarios y reclusos como entre estos últimos y sus compañeros de prisión. En este aspecto el individuo se sociabiliza y se identifica mediante la violencia, y esta violencia configura un conjunto de jerarquías que invalidan la hegemonía carcelaria (Rehabilitar, readaptar, resocializar).
Algo que es importante tener claro, es que la cárcel constituye la última etapa en el proceso donde el delincuente termina de construir su identidad. Claro, no podemos generalizar con el término “delincuentes”, ya que debemos respetar el principio de presunción de inocencia, y por tanto entendemos que muchos de los que guardan prisión, amparados en este principio son presos preventivos y aún está por determinarse si son delincuentes.
Una sociedad que tenga una alta tasa de encarcelamiento, será por tanto, una sociedad excluyente en el sentido de que todo el que sale de prisión, de manera incorrecta sale con una especie de etiqueta que lo identifica como “ex convicto”, y sufre una exclusión si así se le puede llamar, yo la llamaría una discriminación, que se evidencia de manera fehaciente cuando ese individuo inicia una búsqueda de empleo, que cuando le piden antecedentes penales automáticamente está excluido del potencial puesto o empleo.
Entiendo que se deberían de revisar algunos tipos penales, algunos delitos que son motivo de cárcel, y fomentar la implementación de medidas alternativas a la prisión que vayan orientada a contribuir con la descongestión de las cárceles que se encuentran saturadas, generando un nivel más alto de exclusión. Pienso que el fin de la pena no debería ser exclusivamente castigar, sino que sea solo un medio para lograr una reparación del daño y a la vez enviar un mensaje de ejemplarizante de prevención general.
Pienso que este aspecto de los ex convictos, la ley o la sociedad tal vez, que no la sabe interpretar bien, tiene una doble moral. Esta doble moral, entiendo que radica en una contradicción muy clara que se presenta en lo que pide la ley o mejor dicho el espíritu de la ley cuando dice que la prisión debe estar orientada a la reeducación y reinserción social, mientras que la sociedad interpreta este mandato a su modo cuando excluye, margina o discrimina una persona que ha salido de prisión. La contradicción que he citado, o más bien, la doble moral a la que me refiero, es el incoherencia entre lo que pide la constitución y lo que hace la sociedad una vez sale la persona. De hecho una persona con ingresar a la cárcel pasa a formar parte de un “selecto” grupo de excluidos, y se deben desarrollar actividades en colaboración con la comunidad, sin embargo, estos se ven rechazados por esa comunidad cuando salen en libertad.
Estados Unidos es uno de los países con uno de los sistemas penitenciarios más complejo, llegando a ser incluso tomado como modelo en unos aspectos y detractado en otros. Lo que si es cierto es que es un país con una costumbre penalizadora, y esto se ve en que a lo largo de los años ha habido un incremento considerable y constante de la población pobre encarcelada, derivándose esto, en la perdida de ciertos beneficios sociales del estado como ayudas de diferentes tipos. No quiero ser muy dramático, pero en este caso, pienso que estas personas tienen una triple exclusión, me explico, la primera es la económica, la condición de ser pobres; como si fuera poco la segunda es el encarcelamiento; y la tercera exclusión lo viene siendo el hecho de perder el beneficio de las ayudas sociales que recibían antes de entrar a prisión. Es bien sabida por todos, la tendencia a encarcelar en Norteamérica.
6. LAS PRISIONES EUROPEAS, EN ESPECIAL LAS DE ESPAÑA
En el caso de Europa, España es un caso que se debe hacer mención especial, debido a que ocupa una de las tasas de encarcelamiento más alta de todo el continente, solo detrás de Reino Unido y Portugal. Esta información que nos brinda Cabrera Cabrera es confirmada con los datos expuestos en el boletín Criminológico semestral de la Generalitat de Cataluña, cuando dice que “España posee en la actualidad la mayor tasa de encarcelamiento de su entorno”.
Por otra parte, Ester Giménez Salinas, al estudiar las tasas de encarcelamiento en Europa, distingue entre países mediterráneos, centroeuropeos, nórdicos y del Este, como reflejos diferentes de diversos modos de encarar el problema de la criminalidad.
Así, según cifras para 1998, en los países nórdicos la tasa promedio seria unos 54 encarcelados por cada 100.000 habitantes, en los países centroeuropeos sobre 94, en los mediterráneos unos 103, superándose los 277 recluidos en los países del Este de Europa.
Es importante señalar, que para fecha del año 2004, la situación a nivel mundial en lo relacionado a niveles de tasas de encarcelamiento, podemos apreciar el crecimiento de dicha tasa, según el King's College London.
España, luego de ocupar el tercer lugar de Europa en cuanto a tasas de encarcelamiento, destaca una lugar relativamente mejorable en comparación con las cifras obtenidas y reflejadas por otros países del resto del mundo, según el World Prison Brief online, estas son las tasas de encarcelamiento y los niveles de ocupación (N.O) más altos que tienen las cárceles físicamente:
· Brasil: tiene una tasa de población penitenciaria de 219, siendo el nivel de ocupación de 154,3 %.
· China: posee una tasa de encarcelamiento de 119, con nivel de ocupación del 87% ¿?.
· Estados Unidos: tasa de encarcelamiento de 751(¿modelo a seguir?), y N.O. del 107%.
· Finlandia: T.E. de 68 y N.O. de 100,2%.
· India: T.E. DE 32? Y N.O. DEL 145 %.
· Japón: T.E. de 61 y N.O. de 105, 9%.
· Marruecos: posee una tasa de encarcelamiento del 161 y un nivel de ocupación del 139,9%, es un país con cifras muy próximas a las de España.
· Rusia: T.E. de 628 y N.O. 91,6%.
· Tailandia: T.E. 253 y N.O. 170%.
· Tanzania: T.E. 113 y N.O. 193,4%.
7. LAS PERSONAS QUE ESTAN PRESAS.
Sin lugar a dudas, la tasa de criminalidad y delincuencia están estrechamente ligadas a la figura de la pobreza, así como, a un sexo sobre el otro según las estadísticas y los diversos estudios realizados al respecto. Teniendo mayor tendencia a delinquir las personas de un nivel económico bajo o precario, es decir las personas que viven en pobreza, lo jóvenes sobre los más viejos, y una aplastante tendencia a delinquir de los hombres sobre las mujeres, si analizamos los porcentajes brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas de España (98 % vs.8%).
Otro fenómeno no menos importante que el anterior, es el concerniente a los extranjeros e inmigrantes pobres, que está incidiendo en el crecimiento de la población penitenciaria. Notándose una constante tendencia de encarcelamientos a extranjero cada vez mayor. Aquí vemos la exclusión una vez más, pues por lo general, las personas extranjeras carecen del acceso a muchos servicios producto de su pobreza, ya que han venido en busca de una mejor vida que la que tenían en sus respectivos países de origen.
Un dato interesante, es el de Luxemburgo que ocupa el primer lugar en países pertenecientes a la Unión Europea con más extranjeros en prisión con un 59,10% según datos aportados en el trabajo de Cabrera Cabrera recogidos del Centro Internacional para Estudios de Prisiones. Sin embargo, España no ocupa uno de los primeros lugares, sino que se mantiene en la mitad del cuadro elaborado por el autor con un 19,90%.
En este aspecto, según datos aportados por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias (31/12/07), en España tenemos como nacionalidades más representadas las siguientes:
1. Marruecos: 23,93%
2. Rumania: 12,14%
3. Colombia: 11,03%
4. Argelia: 5,58%
5. Ecuador: 3,60%
6. República Dominicana : 3,39%
7. Venezuela: 3%
8. ….
8. LA EXCLUSION EN EL AMBITO EDUCATIVO.
Uno de los parámetros o señales que evidencia la exclusión reflejada en el ámbito educativo, la vemos representada en los bajos y precarios niveles de escolarización que presentan las personas que guardan prisión.
En lo relativo a la situación escolar, un estudio de la Central Penitenciaria de Observación, destaca como “Deficiente escolarización en cuanto a tiempo de permanencia y alto índice de absentismo; bajo nivel cultural, sin completar EGB: El 27,4% no comienza a ir a escuela hasta edades comprendidas entre los 7 y los 11 años. Por lo que, en algunos casos, han estado sin escolarizar hasta los 11 años”.
Es alarmada la cantidad de internos analfabetos funcionales, siendo estos el 19%, y los analfabetos totales significando un 10%, según datos de instituciones penitenciarias. Más alarmante aun, fue un estudio de encuesta realizado por el proyecto Barani, que dio como resultado que el 32% de las mujeres gitanas no sabían leer ni escribir, el 28% sabían leer aunque no escribir, y el 25% no habían completado los estudios primarios.
9. LA SALUD.
Más preocupante aun, son los muchos casos de infección con el virus del sida que se encuentran en las prisiones. Instituciones Penitenciarias revelo que el 19 % de los presos son portadores de este virus. Es necesario destacar, que la prisión, en términos de higiene, no es el lugar más idóneo para vivir en lo relacionado a la prevención de enfermedades, y mucho menos el lugar correcto para seguir un tratamiento médico cuando aparecen estas enfermedades infecciosas, muchas veces por los niveles de hacinamiento que priman.
A finales del 2008, a datos de población general en lo relativo a Sida, la tendencia ha sido descendiente. En el 2007 los casos de Sida en Instituciones Penitenciarias fueron 57 nuevos casos. En el tema de la tuberculosis, la tasa encontrada en internos extranjeros se acerca a la de los internos españoles, pero sigue siendo inferior.
Otro tema de preocupación, son la gran cantidad de presos que padecen trastornos mentales. La prevalencia de antecedentes de trastornos mentales antes de entrar en prisión era del 17,6%. Muchas veces estos trastornos están complicados, cuando estamos ante la presencia de una patología dual, ya que el 12,1% presenta esta complicación.
10. LA SALIDA DE LA CARCEL. DONDE LA EXCLUSION ADQUIERE SU MAYOR EXPRESION.
Hemos llegado a la parte final de este trabajo informe de lectura, y a la vez al final del camino excluyente que ha tenido que recorrer ese excluido que ha sido tan marginado, hemos llegado a la parte final de su condena, entiéndase que llegado la hora de su salida en libertad, como un indicio de que todo ha terminado. Y no sabe ese ex presidiario excluido, que el mundo que esta fuera, dándole la bienvenida como al hijo prodigo, no es ya el mundo de exclusión que una vez dejo al entrar a prisión, es MUCHO PEOR, ahora es que empieza la verdadera exclusión social sin precedentes para esa persona.
Muchas veces no tienen ni siquiera alguien que los vaya a recoger a la puerta de la prisión, mucho menos saben hacia donde ir porque al entrar en la cárcel cayó en desgracia con la familia o con la esposa, su antiguo trabajo ya está ocupado desde el momento en que entro a prisión, y buscar otro trabajo se convierte en una verdadera travesía por no decir aventura, debido a que sale con una etiqueta (antecedentes penales) en la frente que dice que es un ex presidiario al momento de presentar sus credenciales.
Una situación o realidad así, esperándote en las calles, sólo favorece de cierta manera que ese “resocializado”, regrese al mundo bajo de delincuencia y criminalidad que había dejado, ya que ese ambiente nunca lo excluirá, al contrario, lo recibirá con los brazos abiertos mientras la sociedad lo rechaza en su intento de integrarse a ella desde una vida sana y correcta. Pero estos desfavorecidos no cuentan con el beneficio de la duda, de hecho nadie se atreve a arriesgarse. Es aquí, a la salida de la prisión donde saborearan verdaderamente el sabor de la Exclusión Social.
11. PROPUESTA COMO VOLUNTARIO DE LA ONU EN REPUBLICA DOMINICANA SOBRE LA EDUCACION EN IGUALDAD VS LAS OPORTUNIDADES LABORALES.
Educación en igualdad vs Oportunidades laborales.
En la última década los jóvenes profesionales dominicanos se han visto beneficiados por las múltiples oportunidades de educación superior para realizar estudios en importantes universidades del extranjero en diversas partes del mundo. El resultado de esto es que tenemos una gran cantidad de recursos humanos ampliamente capacitados y con todas las herramientas para poder aplicar sus conocimientos en áreas de vital importancia para el desarrollo humano y económico de nuestro país, como lo es, la educación, las políticas públicas, la salud, la agricultura, entre otros. Sin embargo, surgen las siguientes incógnitas ¿Están de las manos las oportunidades educativas con las oportunidades laborales? ¿Nos hemos preguntado si acaso no se han beneficiado los países donantes de estas oportunidades a través de la fuga de cerebros? ¿Qué podemos hacer para que este capital humano vuelva a trabajar en pro del país sin poner en detrimento su carrera profesional?
Cuando hablamos de educación en igualdad nos referimos ciertamente a las oportunidades que tienen los jóvenes de excelencia académica, sin distinción de clases sociales, de acceder a una educación superior de calidad. Gracias a los distintos programas de becas otorgadas por algunas instituciones como la MEESCYT, La Fundación Carolina, AECID, OEA, entre otras, un gran número de jóvenes han podido acceder y prepararse. El gran reto lo tenemos en la aplicación de estos conocimientos y en las oportunidades laborales. En el país aún persiste ese mal social conocido tradicionalmente como “la cuña” para poder acceder a un puesto de trabajo. Eso unido al clientelismo político forma un gran sesgo para los jóvenes egresados. A consecuencia de esto tenemos entonces la fuga de cerebros hacia los países donantes y el aumento de la emigración a países donde las oportunidades de empleo son más igualitarias para algunos, como los médicos, pero también el desperdicio de capital, pues muchos deciden emplearse en trabajos donde no se requiere ninguna capacitación pues piensan que aun así ganan más que si trabajaran en su propio país.
En respuesta a esto, instituciones como la MEESCYT han creado una bolsa de empleo para los egresados dominicanos que hayan participado en un programa de becas, pero en un país donde la tradición en el mercado laboral tanto público como privado ha sido el “amiguismo” y “el clientelismo político” se puede confiar en un banco de datos de una institución pública. Posiblemente debamos explorar las posibilidades de un acercamiento y potenciación de las redes sociales públicas y privadas. Esto es un avance significativo mas no una solución absoluta. Si queremos construir una sociedad igualitaria para todos, sin exclusión social y laboral, entonces debemos hacer partícipes a todas las instituciones tanto públicas como privadas. Nuestro país no avanza solo con la participación de las empresas públicas, todos estamos en deber de hacer una sociedad inclusiva. La propuesta sería entonces crear una red de base de datos donde todas las instituciones tanto públicas como privadas puedan acceder y donde todos los estudiantes capacitados en distintas áreas puedan tener igualdad de oportunidades. Esto unido a una campaña de comunicación y apoyo de parte de las instituciones y un compromiso ético para brindar igual oportunidad a todos, tanto a los profesionales formados en el exterior como en las universidades locales del país. Esto conviene a todas las partes, pues las empresas se beneficiaran de un capital humano que desarrollará su trabajo con calidad y eficiencia; a la vez se estará fomentando la inclusión social y la lucha contra la pobreza y el desempleo pues no habrá desigualdad de clases sociales en esta participación.
Solo así dejaremos de ver profesionales con unos grandes conocimientos trabajando en empleos de obreros en un país extranjero. Solo así podemos recuperar la confianza en nuestro país y trabajar en y para el mismo construyendo un desarrollo humano sostenible con nuestro propio capital humano.
Si queremos educar en igualdad debemos hacerlo desde la igualdad de oportunidades para todos.
12. CONCLUSIONES Y REFLEXIONES
· Si la exclusión social tiene unas consecuencias duras para la persona en libertad, estas son todavía mucho más graves para quienes se encuentran encerradas en prisión.
· Que las discriminaciones y exclusiones son duras y funestas para los nacionales pobres de un país, se duplican para los extranjeros residiendo de manera legal o ilegal en ese país en condiciones de pobres también.
· Mientras sigan anteponiéndose los intereses particulares sobre los intereses colectivos o generales, los niveles de exclusión en todos los ámbitos en el mundo, seguirán por las nubes.
· Estar en prisión atrae consecuencias terribles que van desde lo sanitario hasta lo social, desde lo familiar a lo económico, debido a que se rompe el vínculo social o familiar muchas veces. Es aquí donde más se necesita el apoyo familiar y de los amigos. Muchas veces te trae secuelas que te marcan para el resto de la vida, incluso ya fuera de prisión. Estas en riesgo de contraer alguna enfermedad de tipo contagiosas como hepatitis, tuberculosis, VIH, etc., o más bien, adquirir algún trastorno en lo psicológico debido al tormento mental y emocional que les toca vivir a los encerrados.
Geovanny Vicente Romero.
Penitenciarista criminólogo.
13. FUENTES.
a) Bibliografía.
· CABRERA CABRERA, PEDRO JOSE. Cárcel y Exclusión. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
· Normativa.
· Constitución de España del año 1978.
b) Páginas web.
Central Penitenciaria de Observación, creada por el Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento Penitenciario. Artículo 109.