En las prisiones de nuestro país
gestionadas por y para hombres, la mujer encarcelada ha ocupado siempre una
posición secundaria debido a su menor entidad numérica y su falta de
conflictividad.
Esto ha derivado en la perpetuación histórica de una serie defactores de discriminación, precariedad de espacios, peores condiciones de alojamiento, lejanía de su entorno familiar y protector, y sobre todo el desconocimiento de las diferentes características, sociales y personales, que las hacen mas vulnerables a su entrada en los recintos penitenciarios.
Salvo la intervención oportuna de dos recintos penitenciarios en lo que hemos denominado Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, los demás se cuentan entre los descritos precedentemente- quisiéramos, que toda la planificación que se ha venido realizando contemple a corto plazo medidas que completen el proyecto penitenciario en lo relativo a este grupo vulnerable.
Esperamos que la combinación de programas que se han implementado en el penitenciarismo moderno como es la formación, intervención personal y de servicios sociales permitan a estas mujeres mejoras en sus capacidades personales y les ayuden a ejercer plenamente sus derechos de ciudadanía.
Las palabras claves en esta reflexión: prisión, discriminación, Nuevo Modelo, necesidades y cambios en la forma de pensar.
En nuestro país la población carcelaria femenina asciende a aproximadamente a (4.2 %) y el porcentaje de hombres ronda en los (95.8%) con lo cual se evidencia que los hombres en prisión supera el número de mujeres, también es superado en otros factores, como son: peligrosidad delictiva y tipo de delito,
Se ha determinado, por estudios realizados en otros países y el nuestro, que la mayoría de los recintos existentes han sido construidos para hombres, se puede observar por los baños, las camas, su ubicación, la educación intracarcelaria en materia laboral, disponibilidad de planes de aprendizaje, tipo de seguridad (predominantemente masculina) aunque la seguridad de este tipo es usada modernamente en los perímetros.
CARACTERISTICAS RECLUSION FEMENINA.
AUMENTO DEL ENCARCELAMIENTO, fundamentalmente por delitos relacionados a las drogas.
ARQUITECTURA INADECUADA, unidades insuficientes, falta de guarderías, talleres, etc.
LIMITADO ACCESO a programas se educación y trabajo.
REPRODUCCION de los roles de genero.
FALTA DE ATENCION médica de calidad y suficiente.
Carencia de programas post-penitenciarios.
Insuficiencia de capacitación en género, del personal penitenciario.
MUJERES EN PRISON- ENTES EN SU MAYORIA
NO CONFLICTIVOS.
La muy reducida peligrosidad, se confirma en el menor numero de riñas y violencia que se suceden en instituciones femeninas de reclusión, esto se traduce en una convivencia intracarcelaria aceptable desde el punto de vista humano.
Esto nos indica que las mujeres asimilarían el tratamiento penitenciario con más éxito que los hombres, lo cual nos permitiría desarrollar programas estratégicos que contribuyan a una efectiva reinserción social, implementando programas específicos dirigidos a las mujeres, sus necesidades y demandas, aunque debemos reconocer que en la actualidad experimentamos ejemplos de buenas practicas que varían de recinto a recinto, lo cual igualmente nos indica que una vez se compilen todas esas buenas practicas los resultados serían aún, mayores y mejores, experimentando igualmente una importante reducción en los costos operativos para el Sistema Penitenciario.
MEDIDAS QUE FAVORECERIAN LA POBLACION
FEMENINA EN LAS PRISIONES
Con la puesta en práctica de un programa de ACCIONES PARA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN EL AMBITO PENITENCIARIO, se lograría eliminar aquellas situaciones y circunstancias que en actualidad existen durante la ejecución penal, se romperían las barreras sociales y personales que dificultan una adecuada reinserción. Esas medidas serian:
ACORTAMIENTO DE LOS PERIODOS DE ENCARCELAMIENTO con esto se alcanzaría una temprana reincorporación a sus responsabilidades familiares y productivas como formulas más eficaces. dado los perfiles de menor peligrosidad, nuestro ordenamiento legal cuenta con medidas que no son puestas en practica para la obtención de la libertad, solemos decir que la regla es la prisión y no la libertad.
IMPULSAR la corresponsabilidad de los organismos públicos y privados, de organizaciones y asociaciones implicadas en la formación.
PROGRAMAS DE GUIA Y TUTELA PERSONAL con la cual se obtendría, -mediante un proceso continuo- logros fuertes que romperían con los grados de dependencia y se encaminarían hacia la autonomía personal, con esto estaríamos logrando que el tiempo en prisión sea de crecimiento personal.
LA MATERNIDAD EN PRISION, la ley 224-84 permite la estancia de los bebes en prisión por un (1) año, y aunque existen hogares infantiles, no hay una relación formal a fines de institucionalizar su permanencia, debemos adecuar los procedimientos. DEBEMOS programar estas permanencias y lograr durante ese primer año de vida del niño, educar la madre en su rol.
PLANES DE EDUCACION Y FORMACION LABORAL, a fines de que durante su permanencia en prisión aseguren una posterior mejor calidad de vida para ellas y sus familias. Tomando en cuenta la diversidad de perfiles, es decir propios de mujeres jóvenes, extranjeras, personas mayores y discapacitadas, etc.
Estas son entre otras, las medidas que según nuestro criterio, deben aplicarse a fines de asegurar lo indicado precedentemente en lo relativo a lograr una actitud de ejercicio de ciudadanía para las mujeres privadas de libertad.
La Administración Penitenciaria tiene la responsabilidad y la oportunidad de contribuir a la estrategia general de IGUALDAD DE GENERO, a través de un tratamiento integral del problema que nos dará la medida de su eficacia.
Indudablemente, todo esto requerirá mayores esfuerzos tendentes a lograr mayores presupuestos a fines de lograr los cambios, a la vez de la certeza de saber que es una tarea importante que contribuiría a alcanzar una igualdad real, efectiva y eficaz en el tratamiento a las internas, tenemos igualmente la seguridad de que contamos con equipos humanos de profesionales entregados, que se comprometen en el empeño de lograr estas metas.
Licda. Milagros Ricardo.
Subdirectora General de Prisiones
y
Encargada de la la Unidad de Genero.
EL CENTRO DE CRIMINOLOGIA Y REGIMEN
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